Principio de Pareto o Principio del 80/20
Vilfredo Pareto era un ingeniero, economista y pensador italiano, que estudiaba la economía italiana del siglo XIX. Pareto se dio cuenta de que el 20% de la población poseía el 80% de la riqueza y que este patrón se repetía también en numerosos ámbitos, tanto políticos, como económicos, laborales y psicológicos.
El Principio de Pareto se resume en que el 80% de las causas son provocadas por el 20% de los efectos, es decir, que el 80% de los resultados que obtenemos son fruto del 20% de nuestras acciones. Y que el 80% de los beneficios que obtenemos son consecuencia del 20% de lo que invertimos, que el 20% de las personas de nuestro alrededor nos proporciona el 80% del afecto.
Se trata de un principio de eficiencia. Cuando nos preguntamos ¿por qué algunas personas tienen más éxito que otras? o ¿por qué algunos sacan mejores notas, estudiando menos? o sufren menos desgaste que otras, cuando se trata de conseguir algo. La respuesta está en que sus acciones están mas centradas en ese 20%.
Por ejemplo, sólo el 20% de las personas lleva sus objetivos, sueños y tareas por escrito, mientras que el otro 80% las lleva en la cabeza, ocupando espacio y atención. Las personas que no apuntan las cosas tratan de acordarse de qué tenían que hacer, su autodiálogo está lleno de: tengo que…, debería hacer… ,tendría que haber hecho…, y se convierten en víctimas de la procrastinación. Por lo tanto, cuando deberían estar haciendo cosas de ese 20% los «tengo que…» y los «debería…» no le permiten hacer las acciones del 20% con la atención suficiente.
Para ilustrar este principio me gusta mucho contar el cuento del Leñador:
Un leñador se acercó a una maderera a pedir trabajo, seguidamente encontró al capataz y le preguntó si necesitabaa alguien. El capataz le dijo que le daría un día de prueba.
El leñador se puso manos a la obra y ese día logró cortar 100 árboles. Su capataz, asombrado, le dijo:
C- El trabajo es tuyo. Cuento contigo, nos vemos mañana.
El leñador volvió al día siguiente y, aunque estaba cansado del día anterior, volvió a cortar 100 árboles. Era el hacha más productiva de la maderera.
Al tercer día, el leñador logró cortar 90 árboles.
Al cuarto día, el leñador, queriendo alcanzar de nuevo los 100 árboles, intentó esforzarse más y golpeaba el hacha mucho más fuerte y más rápido, pero sólo logró cortar 40 árboles.
Al día siguiente volvió a intentarlo con mucha más fuerza y más intensidad. Estaba preocupado por haber cortado menos árboles, no quería perder el trabajo pero sólo pudo cortar 10.
Al siguiente día, cuando aún estaba tratando de cortar su primer árbol, su capataz fue a hablar con él:
C- Leñador, ¿qué te pasa? Hoy ni siquiera has cortado un árbol.
L- No lo sé, patrón, yo sigo haciendo lo mismo de siempre, incluso me esfuerzo más y echo más horas, pero hoy no he podido cortar ni siquiera este árbol. El capataz lo observa y le pregunta:
C- ¿Te has acordado de afilar tu hacha?
En el libro «Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva» de S. Covey, el séptimo hábito trata precisamente de esto, afilar la sierra.
¿Has identificado qué cosas están en tu 20%?
¿Qué necesitas para afilar tu hacha?
¿Cuánto tiempo le dedicas a afilar tu hacha?
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¡Genial!
A partir de ahora, tienes un nuevo lector.
Gracias Edu
Es un placer tener un lector como tu!
Estupendo post Carlos, un placer poder leerte.
Un abrazo.
Muchas gracias Paqui!
Un abrazo
Hola Carlos, me a gustado mucho , un saludo
Hola Pedro
Gracias por tu comentario, me alegra de que te guste.
Un saludo
Enhorabuena por el post y por el blog Carlos, te iré siguiendo y te deseo muchos éxitos. Málaga necesita profesionales del primer hábito 😉
Muchas gracias Antonio,
Que ilusión me hace tu comentario, es un honor que me leas.
El primer hábito es de mis favoritos 😉
Un abrazo
Recuerdo cuando me contaste el «cuento» del leñador, me ha gustado mucho más en el contexto de tu artículo, hay que estar siempre bien afilados…aunque es cierto que también habrá que tener en cuenta el tipo de madera a talar …enhorabuena, gran entrada !!
Jose gracias por tu apoyo,
Y gracias por dejarme que te contara el «cuento». Es cierto según la madera a cortar, quiza haya que cambiarle la cadena a la moto-sierra y no usar hacha 😉
Me ha encantado! Aunque ya había oído hablar del tal Pareto, ya ni me acordaba.
Genial.
Gracias por el feedback Domi, me alegro de haya servido para recordartelo!
Me gusta lo que leo en tu blog, enhorabuena! Curiosamente siempre apunto qué tengo que hacer y voy tachando según voy liquidando. Más de una vez me han preguntado que por qué tengo tantas notas en mi escritorio y no he sabido muy bien que responder aparte de para que no se me olvide. Tu blog es práctico colega, sigue escribiendo perlas y los lectores aumentarán en consecuencia.
Me suscribo y comparto. Un abrazo!
Muchas gracias Luis, me hace ilusión que me digas que es practico, es lo que intento ;).
Gracias por el apoyo
Un abrazo